Capítulo 11: Mariana.

"¿Y esta quién es? Es mona. Bueno, normalita. Pero¿a qiuén quiero engañar? Es guapísima. No le llego ni a la suela de los zapatos" Piensa Cris mientras la mira.
-Hola, yo me llamo Cristina.
-Encantada.
Dos besos.
-Tu graduación ha sido preciosa.
-Gracias.
-Cuando Lu me pidió que viniera no me lo pensé dos veces. España es un país precioso para visitar, además nunca había estado en esta ciudad.
Luis la mira con incredulidad. 
-Tiene muy buenas playas.-"Le ha pedido él que viniera?¿Por qué?
-¿Sí? Me encantaría verlas. Lu ¿me llevarás?
-Eh, bueno supongo que sí, ¿por qué no?
-Y tu Cris también puedes venir.
-Eh... claro.-Y hace una risa forzada. "¿Pero esta que se cree?"
-Cris, nos vemos esta noche ¿no?
-Sí. ¿A las doce me recoges en el colegio?
-Claro, y dile a Ana y Lucía que se vengan. Pueden que tengan una sorpresa. 
-Ja ja ja ¿sí? me lo puedo imaginar.
-¿Pero no vamos a estar un poco apretados?
-No pasa nada, cojo el 4x4 de mi primo Raúl.
-Bueno vale, si es más tarde te llamo.
-Vale.
Un suave beso. Y se despiden. Cris le da dos besos a Mariana. No le ha caído muy bien. Pero esta noche Luis va a ser sólo suyo. Vuelve a casa con Ana. Ella ha estado hablando con los profesores. Parece desanimada. 
-¿Qué te pasa?-Le pregunta Cris.
-Pues que Luis ha venido, pero Andrea no...
-Bueno, tendrían trabajo ¿no? Ya sabes que la vida de actor es muy ajetreada.-Repite las mismas palabras que semanas atrás le dijo su amiga.
-Ya, pero es distinto, él hace series, el tuyo películas.
-¿Y qué? Es actor lo mismo es.
-Bueno, tu esta noche te pones preciosa, aunque ya lo eres, y arrasarás entre los chicos esta noche.
-Quita, quita.
-Anda calla.-Y le da un beso.
Llegan a casa de Cris y Ana comienzan a pintarse de nuevo y a ponerse sus vestidos. Por dios, están espectaculares. Cris con un vestido beis de volantes y unos tacones rosa intenso, los pelos con ondulaciones cayéndole a la espalda. Y Ana con una melena rubia lisa y un vestido negro con los tacones rojos. Falta Lucía a la que ven en la puerta del colegio con un vestido de gasa rosa clara y unos tacones beis. Están preciosas sin duda. Es una cena preciosa. Cris no ve el momento de que sean las doce.¿Y ahora que va a pasar? ¿Se va a quedar ya todo el verano?¿Se va a ir? ¿Va a volver? Doce y media. Cris a llamado a Luis para decirle que va a terminar más tarde.¿Estará con... como se llama?A sí, Mariana...


-Parece que vamos a ir más tarde.
-Es normal, habrá gente que querrá quedarse más tiempo.
-¿Seguro que no quieres venir?
-Seguro. Es tu noche. Y la de ella. Disfrútala.
-Gracias Mar.
-No tienes que dármelas Lu.
Mariana piensa que este va a ser un verano muy largo.


-¡La graduada más guapa de todo el colegio!
-¡Pablo!¿Dónde te has metido? Te he visto muy poco.
-Es que tu sabes, mis padres, los profesores que no quieren que eche a perder el brillante futuro que me espera... jajaja.
-Es que como lo eches a perder te mato.
-Jajajaja. Que, ¿nerviosa?
-Mucho.
-Bah, se te pasará cuando lo veas.
-Estoy más nerviosa que el primer día.
-Normal, llevabas casi un mes sin saber nada de él y te ha cogido todo demasiado por sorpresa.
-Pablo, ¿quién crees que será la Mariana esa?
-Una amiga supongo.
-¿Y por qué ha venido entonces? Él le pidió que viniera.
-Bueno, si es su amiga, le haría ilusión que viniera, o a lo mejor, la quiere juntar con su primo que no encontrará novia... jajajajaja.
-Jajajajaja. Siempre sabes como sacarme una sonrisa.
-Para eso estamos.
-Lo que tienes que hacer es disfrutar.
-Lo haré. 
-Bueno, ya es la una,¿a qué hora le dijiste que viniese a por ti?
-En cinco minutos.
-Bueno, ve y llama a las chicas.
-Voy.
-Nos vemos después.
-Eso.
Pablo se va y a Cris le suena el movil.
-Dime.
-Cris, no puedo ir, Mariana se ha puesto enferma y no puedo dejarla sola.
-Ah... bueno...
-Lo siento, enserio... le ha dado mucha fiebre...
-Ah bueno... pues que se mejore...
-Cris lo siento.
-No pasa nada Luis. 
-¿Quedamos mañana?
-No sé...
-Venga por favor, te compensaré...
-¿Y mañana si se puede quedar sola?
-Mañana vienen mi primo y su novia y se quedarán con ella para que pueda irme contigo.
-Bueno, vale, llámame mañana.
-Vale. Te quiero Cris, y lo siento.
-No pasa nada Luis, mañana nos vemos.
Cris es la primera en colgar. Está enfadada. Pero, ¿está quién se cree que es? Se pregunta. Mañana hablará con Luis. Bueno aunque si lo piensa bien, puede que sea una amiga. No debería comerse tanto la cabeza. Luis la quiere y de eso está segura. La noche no transcurre para Cris de la manera que había pensado. Pero bueno, mañana puede que sea un gran día.


Mientras tanto Luis cuida de Mariana.
-¿Te encuentras mejor?-Le pregunta preocupado.
-No...-Dice con la voz ronca.
-¿Qué te pasa?
-Me duele la garganta, y creo que me ha subido la fiebre.
-A ver. Tienes 38 y medio. ¿De verdad no quieres tomarte la pastilla?
-De verdad. Prefiero que se me quite sola.
-Bueno, allá tú.
-Siento mucho que no hayas podido irte con Cris esta noche. Has venido para estar con ella y yo te lo estoy estropeando.
-No te preocupes. Cris lo entenderá.
-¿Y si no lo entiende?
-Lo entenderá.
-Estás muy seguro.
-Tengo motivos.
-¿Cuáles?
-Pues que se perfectamente que me quiere. Y yo a ella. 
-Eso hay veces que no sirve. 
-No tiene por qué ser el caso.
-Ya, pero bueno nunca se sabe...
-Bueno Mar, me voy a dormir que estoy muy cansado. Si te encuentras peor me llamas ¿vale?
-Vale.
Y le da un suave beso en la frente. Luis quiere mucho a Mariana. Es como su hermana pequeña. Se conocen desde siempre, pero nunca ha sentido nada más que cariño hacia ella. Pero a ella no le ha pasado lo mismo. Lo quiere. Lo quiere mucho. Más de lo que él cree. Pero no de la misma forma que él a ella. Mariana se da vuelta en la cama pero antes se destapa.¡Qué calor! Es junio y hace una calor de locos. Apaga la luz de la mesilla de noche. Cierra los ojos. Piensa. Se acuerda de cuando de pequeña veía las series en las que los niños se hacían los enfermos para librarse de un examen y ponía el termómetro en la lámpara. Se aprende mucho viendo la televisión. Y su madre le decía que eso no servía para nada. Los días que va a estar en España no van a pasar desapercibidos.