jueves, 28 de abril de 2011

Capítulo 7: La verdad.

Se meten en la cama.Ha sido un día muy largo.Mañana se va a Florencia. No se lo ha dicho a Filippo.Le manda un sms. Lo va a echar de menos mañana. Pero qué se le va a hacer. Deciden hablar mañana. Va a ser otro día largo y lo van a notar. 


Ya es por la mañana. Son las siete y media. Están desayunando. El desayuno es pésimo. Están que se caen del sueño. Únicamente han dormido tres horas. Luego dormirán en las tres horas de autobús. Llega María con su peculiar cara de felicidad.
-¡Buenos días!
-Buenos día María.-Dice Cristina con un bostezo.
-¿Qué tal anoche?
-Pues, hay tela de cosas que contar.
-¿Sí? Cuenta, cuenta.
Entonces las tres amigas comienzan a contarle la historia a María. No puede creerlo. Pero se alegra por ellas. Puede que ella también lo conozca algún día. Entonces Lucía le pregunta por Miguel. Parece que la cosa está muy bien.
-Bueno, ¿y con Miguel qué?
-Pues nada, estupendamente, estamos saliendo.
-No creo, que fuerte.
-Pues sí. Yo tampoco me lo creo. Es tan dulce...
-¡Oh!-Dicen las tres amigas a la vez.
-¡Qué tontas sois por favor!-Dice a la vez que se sonroja. 
-Bueno vámonos que me tengo que pintar todavía.-Dice Cristina.
Se arreglan y se van a la puerta del hotel. Se montan en el autobús y se dirijen a Florencia. Mientras tanto Filippo habla con sus dos amigos.
-¡Díselo ya por favor tío!-Dice Victor.
-¡Pero es que no se como va reaccionar!
-Pues si no se lo dices se va a ir sin saberlo y vais a salir perdiendo los dos.
-Pero...
-No hay peros que valgan. Llámala y dice que cuando venga de Florencia tienes que hablar con ella. Se va mañana por la mañana. Si no se lo dices no creo que la vuelvas a ver.
-Pero es que a lo mejor si se lo digo es cuando no la vuelvo a ver.
-Pero eso no lo sabes. A lo mejor si no se lo dices también puede que vuelvas a verla, eso nunca se sabe.
-Vale, vale. La llamaré después y se lo diré.
-Mejor tío. No creo que solucionases nada sin decirselo.
Andrea todavía no ha dicho nada.
-¿Qué te pasa Andrea?-Pregunta Filippo.
-Nada que...
-¿Qué?
-Que anoche se lo contamos a Lucía y Ana.
-¿Que qué?
-Te dije que esperaras a que se lo contáse a ella.
-Pero esque no podía más.
-No ya veo ya.
-¿Pero por qué se lo habeis dicho?
-Pues porque si se enfada Cristina contigo sus amigas te ayuden.
-Singue sin gustarme lo que habéis echo. Pero bueno, lo hecho, hecho está.
Se va de la habitación. Tiene cosas que hacer. Cosas importantes, como ponerse a trabajar. Va a ser un día largo. Muy largo. Además Cristina no está.  La va a echar de menos. Lo llaman por teléfono.
-¡Chao Riccardo!
-¡Chao Filippo!
-Ya estaba de camino para allí.
-Vale, a quí te estamos esperando, no tardes.
-Vale, en diez minutos estoy allí.


Mientras Cris y sus amigas están de camino a Florencia.
-¡Cris despierta!-Dice Ana.
-¡Ai no déjame!
-Hemos echo una parada.
-Vale, pero déjame dormir.
-Venga no seas tonta.
-Joder, venga vale.
-Así me gusta.
Entran en una gasolinera. Es enorme. Van al servicio.  
-¿Cris, sabes que Riccardo está rodando una película y no de vacaciones?-Le pregunta Lucía.
-Sí, eso me dijo anoche.
-Oye, ¿y no es mucha casualidad que Filippo lo conozca?
-Pues sí, la verdad es que me resultó muy extraño, pero no voy a comerme la cabeza.
-Si tu lo dices...
-Bueno vámonos.
-Vale.
Vuelven al autobús. Se sienta en su asiento de antes. Se duerme. Está cansada. No ha dejado ni por un momento de pensar en Filippo. Sinente algo fuerte por él. Y se siente mal, muy mal. Se siente mal por Luis. Aunque sus amigas le han dicho que tiene que olvidarse de él. Intenta no pensar. Llegan a Florencia. Se hacen otra vez miles de fotos. Las tres amigas cuelgan su candado. Saben que su amistad durará para siempre. El día en Florencia termina. Están muy cansadas. Son las siete y media. Ya han llegado al hotel. Cristina no ha tenido noticias de Filippo en todo el día. ¿Lo llama? Cree que es lo mejor. Siempre la llama él. Un bip. Dos bips. Tres bips. Lo cojen. Suena una masculina al otro lado.
-Hola Cris.
-Hola Filippo.
-¿Qué tal?¿Cómo te lo has pasado hoy en Florencia?
-Muy bien, aunque te e echado de menos.
-Yo a ti también. Tengo ganas de verte.
-Y yo.
-¿Nos vemos esta noche?
-Claro. ¿A qué hora?
-¿A las diez y media te parece?
-Vale, ¿me recoges en la heladería de la estación?
-Vale, allí nos vemos. Además tengo que hablar contigo de algo importante.
-¿Importante?
-Sí, luego hablamos, no te preocupes.
-Vale, luego nos vemos.
-Adios.
-Adiós.
Se queda preocupada.¿Qué le tendrá que decir? Bueno, luego lo descubrirá. Bajan a cenar. Están todos muy trisites. Es su última noche en Roma.Vuelven a las habitaciones. Cristina se sienta en la cama. Piensa. Piensa que se va mañana.¿Lo volverá a ver? No lo cree. Pero quiere disfrutar de cada momento que pueda con él. Ya son casi las diez y veinticinco. Coge sus cosas y baja. Ha avisado a sus amigas y entienden que quieran estar los dos solo la última noche. Va a la heladería y se queda en la puerta esperando. Hay mucha gente en la estación hoy. Demasiada. Nunca suele haber casi nadie. Le suena el móvil. Filippo. 
-Dime.
-No puedo ir.
-¿Y eso? Ya estoy aquí...
-Lo siento. Espérame a las doce en la puerta.
-Vale...
-Lo siento mucho de verdad.
-No pasa nada. Ahora llamo a las chicas.
-Vale, y perdona otra vez. Espérame después por favor.
-Vale.
Cristina es la primera en colgar. No espera a que Filippo conteste. Se siente mal. Pero bueno, después lo aclarará todo con él. Se lo cuenta a sus amigas. Ellas saben porqué ha faltado a cita. O por lo menos se lo imaginan. Lo que tenga que pasar pasará. Piensan Lucía y Ana. Esta noche solo salen unas cuantas personas. Otras se quedan en el hotel, están muy cansados. Ellas deciden quedarse. Se lo pasan estupendamente en el hotel. Son ya casi las doce. Cristina baja. Ahí esta él. Pensaba que le iba a dar plantón de nuevo.
-Hola.-Dice él.
-Hola.
-Cristina no me voy a andar con rodeos.
-A ver dime...
-Los días que he pasado aquí contigo han sido inolvidables. Para mí eres especial. Me gusta como andas, como te ries, esa sonrisa que tienes...
-Me vas a sacar los colores.
-Cristina, yo te quiero.-Suelta de sopetón.
-¿Que me quieres?
-Sí, te quiero.
-Pero, si no nos cocemos tanto cómo para que me quieras. Si nisiquiera te ha dado tiempo.
-Sí me ha dado tiempo. He tenido medio año.
-¿Qué?
-Cristina, yo soy Luis.
-¿Qué?
-Lo siento, se que tendría que habértelo dicho antes pero...
-¿Me estas diciendo que tú eres el niño del que llevo colada casi medio año, sin haber visto ni siquiera su cara, al que le he contado todo, en el que he confiado y al que casi olvido contigo?
-Sí...
-Esto es flipante. Osea que has estado miento todo este tiempo.
-Es que me daba miedo tu reacción. 
-Pero deberías habérmelo dicho. No el primer día pero sí el segundo. Y lo más fuerte es que te lo conté, te lo conté todo.
-Pero...
-Pero nada. Me dijiste incluso que me ayudarías a buscarlo. Esto es muy fuerte.
-Cristina yo...
-Tú nada, me has engañado, y ¿sabes qué es lo peor? Que me lo creí como una tonta. Y me sentía muy mal porque estaba olvidando a Luis.Me voy.
-Cristina.
-Olvidame.
Y se va. Mientras se va rompe a llorar como una loca. No puede creerlo. Sube a su habitación y se lo cuenta a sus amigas. Pero... ellas no sabian esto. ¿Les han mentido Victor y Andrea?¿O esque no se lo quisieron contar todo? Ahora no saben nada. Sólo que su amiga está pasando uno de los peores momentos de su vida. No para de llorar. Suena el móvil es él. Sus amigas le sugieren que coja el movil. Pero no quiere. Entonces deciden contarle la verdad entera.
-Cris.-Dice Ana.
-¿Qué?-Dice entre sollozos.
-Hay algo más que nosotras sabemos.
-¿El qué?
-Filippo es una de las jóvenes promesas del cine italiano.
-¿Qué?¿Cómo?
-Sí, Andrea y Victor, nos lo dijeron anoche. Creíamos que eso era lo que te iba a contar él hoy... nosotras no sabíamos nada de que era Luis.
-¿Una de las jóvenes promesas del cine italiano?¿Es una broma?
-No Cris.-Dice Lucía.-Es cierto.
-Pero entonces, ¿poqué no me lo ha dicho abajo?
-No habrá querido empeorar la cosa.
-Pero...
-Cris, lo que ha echo,vale, te ha molestado pero no seas tan dura. Te quiere.
-¿Y entonces por qué me mintió?
-Porque tendría miedo a tu reacción.
-Eso mismo me ha dicho él.
-¿Lo ves?
-Pero no se, es que me a dolido mucho. Me sentía fatal porque estaba olvidando a Luis, y ahora descubro que Luis y Filippo son la misma persona.
-No te martirices más. De todas formas volvemos mañana...
Es verdad. Mañana vuelven. No lo verá mas. ¿O sí? No lo sabe.
-Está bien. Hablaré con él.
Vuelve a sonar el móvil.Lo coge.
-Dime.
-Perdóname Cris.-Le ruega él.
-Te perdono.
-¿Qué?
-Que te perdono.
-¿De verdad?
-De verdad. No quiero sufrir por eso. Aunque me haya dolido tela.
-Lo siento. Pero es que lo que temía era algo como esto...
-No te preocupes. Lo echo echo está. Aunque en realidad me alegro porque tengo a dos chicos es uno.
-Que tonta eres.
-Pero¿Cómo tengo que llamarte?¿Luis o Filippo?
-Luis, me llamo Luis.
-Vale, Luis. Me suena raro.
-Ja ja ja.
-Escúchame, sabes que mañana me voy. ¿Qué va a pasar con nosotros?
-Pues no lo sé. Pero hay algo más que tienes que saber.
-Ya lo sé. En cierta parte me lo imaginaba.
-¿Sí? Te lo han contado las chicas ¿no?
-Sí. Además lo de la fiesta me dio un poco de pistas.
-¿Y no te molesta?
-En comparación con lo otro no.
-Perdona...
-No me lo digas más veces. Perdona tú por machacar tanto el tema.
-Cris, voy a intentar ir a verte.
-¿A dónde?¿A España?
-Sí.
-Pero¿cómo?
-No lo sé.
-Pero Luis, las relaciones a distancia no funcionan nunca.
-Me da igual, quiero que dure todo lo que sea posible, si tu quieres claro.
-Yo claro que quiero.
-Pues ya esta.
-Escúchame, me tengo que ir a dormir. Mañana va a ser un día largo. 
-Vale. Te voy a echar de menos.
-Y yo a tí.
-¿A qué hora te vas?
-A las siete salgo de aquí.
-A las seis y media estaré en la puerta para despedirme de ti.
-¿En serio? Vale.
-Te quiero.
-Yo también te quiero.
Y cuelgan. Nadie sabe lo que pasará a partir de ahora. Ni ella. Ni Ana. Ni Lucía. Ni Luis. Ni los chicos. Nadie lo sabe. Sólo saben que esos dos se quieren. Y mucho. Pero a Cristina aun le falta alguna que otra sorpresa todavía.

domingo, 24 de abril de 2011

Capítulo 6: La fiesta.

Llegan a un gran edificio. Hay mucha gente. También hay fotógrafos. Y cámaras de televisión. ¿Qué es esto?
-Vamos a entrar por detrás.-Dice Victor.
-Sí, creo que es una buena idea.-Responde Filippo.
-¿Qué hacemos aquí?-Pregunta Lucía a Victor.
-Es una sorpresa.
-Que vergüenza, aquí no conocemos a nadie.
-A nosotros. Y pronto a otra persona más.
-Shh. Cállate Victor. Le dice Andrea.
-Vale.
Entran por una puerta que hay detrás del edificio. Suben unas escaleras y llegan a un enorme pasillo muy elegante. Al final de este hay una puerta muy grande. Está abierta. Dentro hay como una fiesta. Una fiesta privada. Ellos pasan sin necesidad siquiera de decir su nombre. Cristina y sus amigas están boquiabiertas. No pueden creer que estén en un sitio como ese.
-¿Qué hacemos aquí?-Pregunta Cristina a Filippo.
-Ya lo verás.-Y le aprieta con fuerza la mano.
-Vale. Pero no me dejes sola por favor.
-No te preocupes, estaré contigo.
-¿Por qué había fotógrafos en la puerta?
-Porque están aquí dentro algunos famosos.
-¿Algunos famosos?¿Quienes? 
-Pues, esperate que te lo presento.¡Riccardo!
-¿Qué?
-Espera ya viene.
-Riccardo questa è la ragazza di cui ti ho parlato.
-Lei è Cristina?
-¿Qué dice?
-Riccardo, lei parla spagnolo? Non si capisce.
-Naturalmente.
- Te eres Cristina ¿no?
-Sí.
-Io soy Riccardo Scamarcio.
-Encantada.
No puede creer lo que le está pasando. ¿Esta conociendo realmente a Riccardo Scamarcio? ¿Cómo le puede estar pasando esto a ella? Y más raro aún ¿Cómo sabía Filippo que su sueño era conocerlo?
-¿Te pasa algo ragazza?
-No, es que estoy sorprendida. Lo último que se me hubiera ocurrido pensar al llegar aquí es que te iba a conocer.
-Bueno, nada e imposible.
-Bueno yo os dejo solos si queréis para que habléis un rato vosotros solos.-Dice Filippo, que al parecer tenía esto muy bien planeado.
-Secondo.
-No te vayas.
-Ahora vengo de verdad.
-Vale.
Filippo se va, y Cristina se queda con Riccardo.
-Bene, ¿nos sentamos?
-De acuerdo. Todavía no me creo que esté aquí contigo.
-Bueno, tampoco e para tanto ragazza.
Y se sientan en unos hermosos y cómodos sillones en color crudo. Mientras Filippo busca a sus amigos. Los encuentra. Andrea le ha presentado a Ana, la actriz principal de A tres metros sobre el cielo,Katy Saunders. Y Victor está hablando con Lucía y más personas en un sillón grande. Parece que se lo están pasando bien. Viene Andrea.
-¿Cuándo se lo vas a decir?
-Pronto.
-¿Pronto? Se va pasado mañana.
-Ya, pero no es fácil.
-Sé que no lo es. Pero ya ha habido demasiados secretos. Si esperas más, cuando se entere va a ser mucho peor.
-Lo sé.
-¿La quieres?
-Demasiado.
-Entonces díselo.
-¿Pero y si no quiere saber nada más de mi entonces?
-Vas a tener que arriesgar. Si no arriesgas, no ganas. 
-Pero...
-Pero nada. Díselo esta noche.
La noche transcurre normal y corriente. Son ya las cuatro menos cuarto. Es hora de irse. Cristina se despide de Riccardo. Ella le ha contado de todo. Y su sueño de ser actriz. Él le ha prometido que va a intentar ayudarla. Por lo que se han dado los números y han prometido mantener el contacto. Parece que se han caído muy bien mutuamente. Se van al hotel. El chico de recepción nuevamente les guiña el ojo y suben corriendo. Nadie se ha dado cuenta de su ausencia. Ha sido una noche especial. Muy especial. Lo que ella no sabe es que esa alegría puede desaparecer con una sola confesión.

sábado, 23 de abril de 2011

Capítulo 5: El primer beso.

Silencio. No saben qué decir. Hasta que Cristina, sorprendente mente, rompe el hielo.
-¿A dónde nos vas a llevar esta noche?
-Pues, es un secreto.
-Que misterioso. Ja ja ja.
-Yo solo se que te va a gustar, o a lo mejor no...
-Jope, dímelo ya.
-No, no. Ja ja ja.
-¿Qué hora es?
-Las doce.
-¿Ya?
-Sí, el tiempo pasa muy rápido.
-Te ha faltado decir: cuando estoy contigo.
-Lo iba a decir, lo que pasa es que sabía que me dirías algo.
-Seguramente. Ja ja ja.
-Lo ves, es que te leo la mente.
-¿Sí? Pues haber si adivinas lo que estoy pensado ahora.
-Pues, haber déjame que me concentre...
-No lo vas a adivinar.
-Creo, que ya se...
-¿El qué?
-Quieres.... quieres...
-Quiero que hagas esto...
Y lo besa. Sin saber cómo, se inclina sobre él para sorpresa de los dos. Ella nunca hace eso. No lo conoce. Pero desde que ha llegado a Roma, no ha echo nada que solía hacer. Vuelven al hotel. Después de besos interminables. Caricias. Y conversiones propias de una pareja de enamorados. Se gustan. Se gustan mucho. Se baja de la moto. Corre hacia su habitación. Se siente feliz. Muy feliz. Y a la vez culpable. Porque como os dije, Luis pasó a un segundo plano. Pero, sin embargo, no deja de pensar en esta noche. Se sienta en la cama. Mira el reloj. Ya estarán a punto de llegar. Son casi las dos. Tiene muchas cosas para contarle a sus amigas. Aunque no serán las únicas que les contará hoy.


Ana y Lucía llegan. No pueden evitar expresar su intriga.
-¡Cuentanos ya!-Exclama Lucía.
-Tranquila, tranquila.
-¿Esta vez te ha besado a que sí?-Le pregunta Ana.
-Pues...
-¿Sí o no?-La interrumpe Lucía.
-Pues...sí.
-¿Sí?-Dicen las dos a unisono.
-Sí...
-Cuéntanos toda la historia ya.-Dice Ana.
Pues, fuimos a desayunar ir...
Cristina le cuenta todo a sus amigas. Están escuchan con la boca abierta. No pueden creerlo.
Termina de contar. Sus amigas no pueden creer lo que han oído. 
-Bueno, y eso es todo.
-Y eso es todo dice. Como la que ha estado sentada en un banco comiendo pipas.
-No me lo puedo creer.-Dice Lucía.
-Bueno, ¿nos vamos?
-Sí venga, que el profe sólo nos dio diez minutos y ya llevamos veinte.


Disfrutan de su tarde por Roma. Ana y Lucía parecen haberse olvidado de la historia de su amiga. Pero esta lleva toda la tarde pensado en lo mismo. Llega la noche. Cenan. Y suben a su cuarto. Saben que esta noche se irán todas a escondidas. Pero en recepción, el recepcionista la para.
-Scusa questo è per te.
-¿Que dice?
-Para mí que esto es para tí.-Dice Lucía.
-¿Para mí?
-Per te, per te.
-Grazie.
-Niente ragazza.
Parece un regalo. Un regalo grande. Todos los que estaban en recepción se han quedado a ver lo que era. Mira la tarjeta. Está en italiano. En la tarjeta esta escrito: "So che ami il vestito, così, come questa sera sarà una notte speciale, prendere il suoposto. Sicuro che sei molto carina."
No entiende nada de lo que pone. Por lo que decide pedirle al recepcionista que se lo traduzca.
-Scusa, traducir. ¿Tú puede traducí?
-¿Traducir?
-¿Hablas español? ¡Qué bien!
-Un poco solo.
-Bien, con eso creo que bastará. Ja ja ja. ¿Me puedes traducir la tarjeta?
-Claro. Haber... "Se que te encanta el vestido, por eso, como esta noche va a ser una noche especial, llévalo puesto. Seguro que estarás muy guapa."
-¿Qué?
-Eso pone.
-Vale, gracias.
Y suben todas corriendo hacia la habitación. Cuando suben las seis plantas, lo abren. Cristina no cree lo que está viendo. Es el vestido de Channel de esta mañana. Se lo ha comprado.
-No... puedo... creerlo...
-¡Qué mono, te ha comprado un vestido!-Exclama Ana.
-Sería mono si me hubiese comprado un vestido normal y corriente.
-¿Qué le pasa al vestido?-Pregunta Lucía.
-Mira la etiqueta Lucía.-Le dice Ana.
-¡¿Channel?!
-Madre mía. ¡Te ha comprado un vestido de Channel!
-Le dije esta mañana que me encantaba.
-¿Y cuánto vale el vestido?
-Cuatrocientos cincuenta y tres euros con noventa y nueve céntimos.
-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¿Qué?!!!!!!!!!-Dicen las dos a la vez.
-Sí, tías, yo no me puedo quedar con este vestido.
-¿Por qué no? Más feo sería devolverselo.-Dice Lucía.
-Lo voy a llamar.
-Haz lo que quieras.-Le dice Ana.
Y entonces lo llama. Y él le dice que si no va con el vestido puesto esta noche se enfadará con ella. Entonces como era de esperar, se pone el vestido. Esa noche salen con María, y los demás, ya que no han quedado hasta más tarde. Entonces vuelven al hotel. Se ponen los pijamas. Y cuando ya todo el mundo está en las habitaciones, se cambian corriendo y miran la hora. La una y veinticinco. En recepción está el chico de antes. Ellas se quedan en el pasillo. Las han descubierto. Pero para su sorpresa, el chico les guiña un ojo, y les hace una señal con la mano para que se vayan. Ya están en la puerta. Los tres. Muy guapos sí. Crisitna con Filippo. Ana con Andrea. Y Lucía con Victor. Parece que la noche va a tener mas de una sorpresa.

jueves, 21 de abril de 2011

Capítulo 4: La escapada.

Ya está casi lista. Se da un poco de coloretes. Mira por la ventana. No está. Mira el reloj. Las ocho. Suena el móvil. Filippo. Vuelve a mirar por la ventana. Ahí está. Tan guapo. Tan perfecto. Parece que va a ser un día lleno de sorpresas...
-¡Hola!-Le dice él.
-¡Hola!
-Menos mal que has conseguido escaparte.
-¡Sí! Ja ja ja.
-¿Cómo has conseguido bajar?
-El de recepción estaba dentro del ascensor con el técnico. No me ha visto.
-Ah, que bien. ¿Nos vamos?
-Sí, claro. ¿A dónde vamos?
-Pues, ¿has desayunado?
-Que va, he dicho que me dolía la tripa.
-Bueno, pues te voy a llevar a desayunar, y después al centro dónde están todas las tiendas, y después ya vemos, ¿te parece?
-¡¡Claro!!
-Bueno, entonces vamos. Toma, ponte el casco.
Y se van. Cristina no deja de pensar en Luis. Pero a lo largo del día, Luis pasará a un segundo plano...


Mientras Lucía, Ana y sus compañeros disfrutan de su visita por Roma.
-¡¡Ana!!-Dice una voz masculina.
-¡Ui, hola Andrea!
-¿Qué pasa? ¿Os lo estáis pasando bien?
-Si, si. Ahora en un ratito nos vamos al centro. ¿Y tú qué?
-Pues bien, aquí que voy a buscar a Victor a su casa.
-Ah, que bien. ¿Qué vais a dar una vuelta o algo?
-Algo parecido.¿Y Cristina con Flilippo no?
-Pues sí hijo. Ja ja ja. Se han ido esta  mañana a escondidas. Cris supuestamente tenía dolor de tripa.
-¡Qué bien, no saben nada esos dos! Ja ja ja.
-¿Esta noche nos vemos no?
-Claro.
-¿Y a dónde vamos a ir esta noche?
-Pues no se, creo que Filippo quiere que vayamos a un sitio pero no me deja que os lo diga.
-Que misterioso. Ja ja ja.
-Yo sólo se que os va a gustar.
Y viene Lucía.
-Ana, ¿sabes que Step, el de a tres metros sobre el cielo, está aquí de vacaciones?
-¿Venga ya?
-Sí, ¡se queda aquí el mes entero!
-No creo, que fuerte.

-Pero no lo vamos a ver...
-Ya, pero quien sabe.
-No, Ana, no. Ja ja ja.
-Ah, hola Andrea, lo siento, es que me he emocionado y ni te he visto.
-No te preocupes, es normal.
-Bueno, ¿y qué haces por aquí?
-Pues que he quedado con Victor.
-Ah, que bien.
-Bueno chicas me voy ya, pasadlo bien, que Roma es una cuidad preciosa.
-Claro, ya nos vemos esta noche.-Responde Ana.
Mientras Cristina disfruta de un gran desayuno.
-¿Qué quieres tomar?
-Pues, un cruasan y un zumo de naranja.
-Vale, ahora lo pido.
-Vale.
Parece que están un poco nerviosos. Desde el casi beso de ayer las cosas parecen que están un poco tensas.
-Bueno, y cuentame, cuentame algo de tí.-Dice Filippo.
-Pues no sé, estoy en cuarto de la ESO, me gusta ir al cine, ir de compras, lo típico...
-Ja ja ja. 
-Es que no sé que decirte...
-Pues no sé, cuentame algo de tus amores, no sé, como te va y eso...
-Pues...
-Si no quieres, no pasa nada.
-No, no si, si quiero.
-Pues adelante.
Entonces sin saber porqué, le cuenta la historia de Luis. Él parece interesado y le da su consejo, y le dice que si ella quiere puede ayudarla a buscarlo. Ella, siente que lo conoce, pero no sabe de qué. Le da esa sensación y se siente extraña.Terminan de desayunar. 
-Bueno, ¿nos vamos al centro?
-Sí,  tengo ganas de comprarme algo. Aunque no creo que pueda en ninguna tienda de marca.
-Bueno, pero hay otras tiendas.
-Claro, y quiero ver si le puedo comprar algo a mi hermana.
-Bueno, pues vámonos.
Se montan en la moto.Y se van. Lo que no saben es que la visita al centro puede complicarse.


Están en el centro. En una tienda que no consigo recordar el nombre. Se prueba tres mil cosas, ninguna le gusta. Salen. Entran en otra. De esta sale con un pantalón y una chaqueta. Pasan por Channel. Cristina ve un vestido precioso. Negro. Con la espalda descubierta. Mira el precio. Cuatrocientos cincuenta y tres euros con noventa y nueve céntimos. No puede permitírselo. Pero le encanta.
-¡Qué vestido tan bonito!-Exclama.
-La verdad es que si lo es.
-Pero es carísimo.
-Hombre, para ser de Channel, es barato.
-Bueno, eso sí. Ja ja ja.
-Bueno, ¿nos tomamos algo allí?
Son ya las once, no toman nada desde el desayuno.
-Vale, estoy seca.
-Esta noche, creo que harán falta más de dos horas para el sitio dónde vamos.
-¿Ah sí? ¿Y cómo lo vamos a hacer?
-Pues, os recojo con Victor y Andrea, a la una y media, ¿os parece?
-Sí, a esa hora los profesores están ya en las habitaciones.
-Estupendo.
-¡Mierda no!
-¿Qué pasa?
-¡Mi tutor!
-¿Dónde?
-¡Ahí, en la esquina!
-¡Venga vámonos!
Y se van. Se van a un parque. Se sientan. Ella de espaldas a él, y este abrazándola por detrás. Se miran. Se acercan. Y se besan. Se miran de nuevo. Son dos desconocidos. Pero es como si se conociesen.

martes, 19 de abril de 2011

Capítulo 3: Secretos.

Deja las cosas encima de la cama. Sus amigas están sentadas en la cama. Esperando a que esta viniese. Entonces mientras Cristina se quita la ropa para ponerse el pijama, Lucía habla.
-¿Qué ha pasado?¿Cómo ha ido todo?¿Te ha besado?¿No piensas hablar?-Dice sin dejar espacio para que su amiga hable.
-Tranquila, ahora os lo cuento todo, pero déjame que me ponga el pijama.
-Venga por dios, que nos has tenido aquí malas todo este tiempo.
Se pone el pijama, y se sienta en la cama con sus amigas. Entonces empieza a hablar.
-Bueno, pues, fuimos a la plaza de la República y después a un parque...Villa Sciarra, creo que se llamaba. Bueno y entonces...
Villa Sciarra un rato antes...
-Esto es precioso enserio.
-Más precioso que tú, seguro que no.
-¿Esa frase no es muy común?-Dice entre risas.
-Sí, pero suele  funcionar.
-¡Qué tonto eres! Ja ja ja.
-Lo sé, no eres la primera que me lo dice.-Dice con ironía.
-Ah vale, pues ve a que te lo diga otra.
-¡Que es broma!¡La tonta eres tu vamos! Ja ja ja.
-Pues yo no me río.-Y después suelta una carcajada.
Están muy cerca. Demasiado. Están a punto de besarse. Él acerca la cara. Ella también. Pero en el último momento, ella quita la cara. Él se queda perplejo. No lo ha besado. ¿Será que no le gusta?
-Filippo..
-No pasa nada. Si no quieres, yo no te voy a obligar. Es normal. Si fueses otro tipo de chica, me habrías besado así sin más. Me gusta.
-Es que me voy en tres días. 
-Lo sé.
Silencio. Parece que a él no le importa que se vaya en tres días.Iría a buscarla al fin del mundo.
Pero eso ella, no lo sabe.
-¿Volvemos al hotel?
-Sí, vale. Son las tres y media. Las chicas me estarán esperando.
-Venga vayámonos.
Van de la mano. Crisitina siente como si ha ese chico lo conociese desde hace tiempo...
En la habitación de Crisitina.
-¡Wuau!-Exclama Ana.
-¿Entonces no le besaste? ¿Eres tonta?-Dice Lucía.
-No, no lo besé. Sabes que no soy así.
-Pero si nos vamos en tres días. ¡Qué más da!-Dice Ana.
-¡Pues porque no!¿Quién sabe lo que puede pasar mañana eh?
-Cristina, Luis, no va a aparecer en Roma por arte de magia.
-Es cierto, hay millones de personas como para que lo encuentres. Además sin números de teléfono, nada. Y encima aquí no tienes Internet.¿Cómo piensas hablar con él?
-¡Disfruta de las casualidades que te ha regalado la vida!Es un chico guapo, simpático y no parece mala persona, aunque no hay que juzgar solo por el aspecto, pero no se Cris, olvídate por un momento de Luís. Esta noche te has ido con él, y de Luís ni te acordaste, ¿ porqué no disfrutas de estos tres días que nos quedan aquí?
-Pues porque no Lucía. No, no y no. 
-Cris, Lucía tiene razón. No vas a encontrar a Luis, y lo sabes. Es muy buen chico, pero no sabes ni como tiene la cara. Esa confusión en el MSN cuando fuiste a agregar a mi primo, no está siendo muy buena. 
-Bueno, vamos a dormir y por la mañana lo hablamos. Oye, ¿porqué no te vas con él por la mañana?Di que te encuentras mal después de desayunar. Y le decimos que venga a buscarte.-Suguiere Ana.
-Buena idea. Yo tengo el número de uno de sus amigos. Se lo decimos y punto.
-¿Os parece?
-Pues claro Cris. La vida son dos días. Además por la tarde volvemos que tenemos después de comer las dos horas libres de por la tarde. Le decimos al pofre que venga a por tí.
-No se hable más. Ahora mismo le mando un SMS a Filippo mejor. Tú tienes su numero. Dámelo.
Parece que el viaje a Roma, va a ser más especial de lo que las tres pueden llegar a imaginar.


Ya es por la mañana. Ana termina de cojer sus cosas para guardarlas en el bolso. Lucía se pone en la puerta a esperar a su amiga. Parece que Cristina se va a quedar en el hotel. Tiene dolor de tripa...
-¡Cómo ha colado!-Grita Ana.
-¡Shhhhhhhhhhhhhhh!-Le dice Lucía.
-Vale, vale.
-Os voy a matar. No se como me he dejado convencer por vosotras. Sois unas locas. Locas de remate. Como me pillen os juro que os mato.
-No te preocupes, tienes el itinerario. No nos vamos a encontrar.
-Más te vale.
-Bueno nos vamos.-Grita Lucía desde la puerta.-¡Mejorate!
-Un beso.-Y Ana le da un beso en la mejilla.
Parece que va a ser una mañana especial.
Ya se ha ido todos. Está sola de los de su clase. Mira el movil. Estará a punto de llegar.