Capítulo 1: El comienzo.

Horas. A horas del viaje de sus vidas. Ana, Lucía y Cristina están en sus casas pensando que dentro de varias horas viajarán a Roma, y que será especial, están convencidas. Ana se mete en la cama e intenta dormir a pesar de los nervios. Lucía está en el salón hablando con sus padres y su hermana pequeña de la noche que le espera. Y Cristina está en su cuarto con su hermana mayor, repitiéndole todo lo que va a hacer en el viaje.

 A Las tres menos cuarto en casa de Cristina.

-¿Esta todo ya mami?- Dice Cristina mientras sale de su cuarto con una mochila colgada a la espalda.

-Sí, esta todo ya abajo en el coche, venga vamos.-Le dice su madre con una sonrisa en la cara.

-Venga pues vámonos. ¡¡Qué nervios por dios!!¡¡Que me voy a Roma!!

En la puerta del colegio, a las tres de la mañana.

Besos, abrazos, madres y padres preocupados de que a sus hijos les pase algo, pero con la ilusión de que sea el mejor viaje de sus vidas. Después de un rato de cariños, gritos de emoción, y alguna que otra madre llorando, el autobús arranca de camino al aeropuerto. Cristina y Ana se han sentado juntas, y Lucía con María, una niña muy agradable con la que se lleva muy bien. Todo lo que se oye en el autobús son gritos de chicos y chicas emocionados por el viaje. Todo transcurre con normalidad en la hora en autobús hacia el aeropuerto, muchos se han quedado dormidos, otros siguen hablando y pensado como será esa magnífica ciudad.

Llegan al aeropuerto, y tras estar allí dos horas, suben al avión, para muchos su primera vez, para otros, una de muchas y para la minoría un viaje algo movidito. Tras tres cortas horas de avión, por fin han llegado a su destino. Bajan del avión, muchos están nerviosos por las maletas, otros llaman a sus padres, otros están deseosos de llegar al hotel y dejar las cosas. Cristina, Lucía y Ana cogen sus maletas y se van a la entrada del aeropuerto donde las esperan los demás compañeros y los dos profesores. Acaba de llegar el autobús que los llevará al hotel. El día no ha hecho más que empezar.
Llegan al hotel, están muy cansadas, ha sido un viaje largo. Muy largo.LLegan a la habitación. 608, habitación 608. Un número bonito. Dejan las maletas. Se sientan en la cama. Cansancio. Ana es la primera en levantarse y darle ánimos a sus amigas. Cristina y Lucía se levantan a la vez y salen por la puerta con Ana, llenas de energía. El cansancio parece haber desaparecido.
Un viaje tal vez, inolvidable, tal vez mágico, o quizás normal y corriente. Pero eso ellas no lo saben. Ahora mismo Ana, Lucía y Cristina no saben nada, sólo, que les espera un día largo, en una hermosa ciudad.
En Roma, tres chicas disfrutan de un día increíble.
Plaza Venecia. Increible. Tan grande, tan blanca, tan enorme... Todavía no son conscientes de que estan en Roma, la ciudad del amor. Flashes. Más flashes. Fotos y fotos para el recuerdo. Y para Tuenti. Disfrutan después de una visita panorámica por toda la ciudad, con una guia, un tanto... un tanto aburrida. Hotel. Pasillos llenos de niños y niñas emocionados y disfrutando de su viaje. Tras una larga y un poco asquerosa cena, suben a sus habitaciones. La noche tambien es larga. Se quedan dormidas unas de las primeras. Están cansadas. Pero mañana, aunque ellas no lo sepan, será un gran día.
A la mañana siguente.
Todas muy guapas. Pintadas. Pelos lisos. Ropa arreglada. Empieza el día.
Colisseo. Es impresionante. Grande. Bonito. Inmenso. Y lo estan viendo por ellas mismas. Entran dentro. De nuevo la misma historia del día anterior. Flashes. Flashes. Y más flashes. 
Parece que el día va a pasar sin sobresaltos. Pero, quien sabe, alomejor sí. Foros Imeperiales. Ana, ve a un chico. Un chico muy guapo. Moreno. Parece extranjero. Pero no consigue verlo bien, se le han caido las lentillas en el Colisseo y no ve muy bien. Pero, si se da cuenta de algo. No deja de mirar para donde está ella con sus amigas. Se fija mejor. Cristina. Está mirando a Cristina. No es raro. Ella es muy guapa. Cuando va a decirselo a su amiga, lo pierde de vista y no lo vuelve a ver. Mala suerte.Cristina se va a tener que quedar con las ganas.
-Vaya. Mira que era guapo.-Dice Ana lamentandose.
-Si no ves, ¿cómo me vas a decir que era guapo?-Dice Cristina riendo.
-Pues porque no soy ciega, tenia buena pienta oye.
-Venga, vámonos, que me quiero enterar de lo que dice la guia.
-Pero Cris, un tío te mira y pasas del tema, y encima era guapo, no te entiendo.
-Pues porque entre que tú estas medio ciega, y que seguro que no me miraba...
-Anda cállate que al final te pego y todo.- Le corta Ana riendo.
Fontana di trevi. Lo que tanto deseaban. Y algo está a punto de pasar.