sábado, 23 de abril de 2011

Capítulo 5: El primer beso.

Silencio. No saben qué decir. Hasta que Cristina, sorprendente mente, rompe el hielo.
-¿A dónde nos vas a llevar esta noche?
-Pues, es un secreto.
-Que misterioso. Ja ja ja.
-Yo solo se que te va a gustar, o a lo mejor no...
-Jope, dímelo ya.
-No, no. Ja ja ja.
-¿Qué hora es?
-Las doce.
-¿Ya?
-Sí, el tiempo pasa muy rápido.
-Te ha faltado decir: cuando estoy contigo.
-Lo iba a decir, lo que pasa es que sabía que me dirías algo.
-Seguramente. Ja ja ja.
-Lo ves, es que te leo la mente.
-¿Sí? Pues haber si adivinas lo que estoy pensado ahora.
-Pues, haber déjame que me concentre...
-No lo vas a adivinar.
-Creo, que ya se...
-¿El qué?
-Quieres.... quieres...
-Quiero que hagas esto...
Y lo besa. Sin saber cómo, se inclina sobre él para sorpresa de los dos. Ella nunca hace eso. No lo conoce. Pero desde que ha llegado a Roma, no ha echo nada que solía hacer. Vuelven al hotel. Después de besos interminables. Caricias. Y conversiones propias de una pareja de enamorados. Se gustan. Se gustan mucho. Se baja de la moto. Corre hacia su habitación. Se siente feliz. Muy feliz. Y a la vez culpable. Porque como os dije, Luis pasó a un segundo plano. Pero, sin embargo, no deja de pensar en esta noche. Se sienta en la cama. Mira el reloj. Ya estarán a punto de llegar. Son casi las dos. Tiene muchas cosas para contarle a sus amigas. Aunque no serán las únicas que les contará hoy.


Ana y Lucía llegan. No pueden evitar expresar su intriga.
-¡Cuentanos ya!-Exclama Lucía.
-Tranquila, tranquila.
-¿Esta vez te ha besado a que sí?-Le pregunta Ana.
-Pues...
-¿Sí o no?-La interrumpe Lucía.
-Pues...sí.
-¿Sí?-Dicen las dos a unisono.
-Sí...
-Cuéntanos toda la historia ya.-Dice Ana.
Pues, fuimos a desayunar ir...
Cristina le cuenta todo a sus amigas. Están escuchan con la boca abierta. No pueden creerlo.
Termina de contar. Sus amigas no pueden creer lo que han oído. 
-Bueno, y eso es todo.
-Y eso es todo dice. Como la que ha estado sentada en un banco comiendo pipas.
-No me lo puedo creer.-Dice Lucía.
-Bueno, ¿nos vamos?
-Sí venga, que el profe sólo nos dio diez minutos y ya llevamos veinte.


Disfrutan de su tarde por Roma. Ana y Lucía parecen haberse olvidado de la historia de su amiga. Pero esta lleva toda la tarde pensado en lo mismo. Llega la noche. Cenan. Y suben a su cuarto. Saben que esta noche se irán todas a escondidas. Pero en recepción, el recepcionista la para.
-Scusa questo è per te.
-¿Que dice?
-Para mí que esto es para tí.-Dice Lucía.
-¿Para mí?
-Per te, per te.
-Grazie.
-Niente ragazza.
Parece un regalo. Un regalo grande. Todos los que estaban en recepción se han quedado a ver lo que era. Mira la tarjeta. Está en italiano. En la tarjeta esta escrito: "So che ami il vestito, così, come questa sera sarà una notte speciale, prendere il suoposto. Sicuro che sei molto carina."
No entiende nada de lo que pone. Por lo que decide pedirle al recepcionista que se lo traduzca.
-Scusa, traducir. ¿Tú puede traducí?
-¿Traducir?
-¿Hablas español? ¡Qué bien!
-Un poco solo.
-Bien, con eso creo que bastará. Ja ja ja. ¿Me puedes traducir la tarjeta?
-Claro. Haber... "Se que te encanta el vestido, por eso, como esta noche va a ser una noche especial, llévalo puesto. Seguro que estarás muy guapa."
-¿Qué?
-Eso pone.
-Vale, gracias.
Y suben todas corriendo hacia la habitación. Cuando suben las seis plantas, lo abren. Cristina no cree lo que está viendo. Es el vestido de Channel de esta mañana. Se lo ha comprado.
-No... puedo... creerlo...
-¡Qué mono, te ha comprado un vestido!-Exclama Ana.
-Sería mono si me hubiese comprado un vestido normal y corriente.
-¿Qué le pasa al vestido?-Pregunta Lucía.
-Mira la etiqueta Lucía.-Le dice Ana.
-¡¿Channel?!
-Madre mía. ¡Te ha comprado un vestido de Channel!
-Le dije esta mañana que me encantaba.
-¿Y cuánto vale el vestido?
-Cuatrocientos cincuenta y tres euros con noventa y nueve céntimos.
-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¿Qué?!!!!!!!!!-Dicen las dos a la vez.
-Sí, tías, yo no me puedo quedar con este vestido.
-¿Por qué no? Más feo sería devolverselo.-Dice Lucía.
-Lo voy a llamar.
-Haz lo que quieras.-Le dice Ana.
Y entonces lo llama. Y él le dice que si no va con el vestido puesto esta noche se enfadará con ella. Entonces como era de esperar, se pone el vestido. Esa noche salen con María, y los demás, ya que no han quedado hasta más tarde. Entonces vuelven al hotel. Se ponen los pijamas. Y cuando ya todo el mundo está en las habitaciones, se cambian corriendo y miran la hora. La una y veinticinco. En recepción está el chico de antes. Ellas se quedan en el pasillo. Las han descubierto. Pero para su sorpresa, el chico les guiña un ojo, y les hace una señal con la mano para que se vayan. Ya están en la puerta. Los tres. Muy guapos sí. Crisitna con Filippo. Ana con Andrea. Y Lucía con Victor. Parece que la noche va a tener mas de una sorpresa.

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